Si tiene el espacio y puede encontrar la geometría correcta del disipador de calor que disipa la cantidad de calor que necesita eliminar a un costo aceptable, siempre es preferible un disipador de calor simple sin ventilador.
Un ventilador consume energía, por lo que reduce la eficiencia de su sistema. Además, los ventiladores pueden y eventualmente fallarán, o se bloquearán, en cuyo punto el sobrecalentamiento puede matar cualquier cosa que esté tratando de enfriar si no tiene sensor de temperatura y algún tipo de circuito de apagado térmico.
Los fanáticos también son ruidosos.
Como tal, en general, los ventiladores solo deben usarse si el espacio de la superficie es limitado, el disipador de calor debería ser extremadamente grande y costoso, o el disipador de calor no se puede ubicar en algún lugar que tenga flujo de aire libre.
Sin embargo, en ocasiones, un ventilador puede ser requerido de todas formas por otras razones. Si es así, es prudente colocar su disipador de calor para aprovechar el flujo de aire forzado existente.