Antiguamente, las turbinas se enganchaban directamente a la red, por lo que el generador se sincronizaría con la frecuencia de la línea, eso era lo que sincronizaría las turbinas y evitaría el exceso de velocidad.
Los molinos de viento modernos contienen dos convertidores de modo de conmutación:
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El primer convertidor toma la energía del generador y carga un banco de capacitores a la tensión más alta posible.
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El segundo convertidor toma la energía del banco de capacitores y la descarga en la red, en la fase y frecuencia correctas y en la corriente más alta posible.
Si la red se desconecta por alguna razón, entonces el segundo convertidor no puede descargar el condensador y la tensión aumentará (por un tiempo muy corto, milisegundos) y el primer convertidor no podrá mantener la carga en el generador y el molino de viento comenzará a sobre velocidad.
Una vez que comienza una situación de exceso de velocidad (o cualquier otra cosa no planificada), el controlador frenará los frenos de aire (por lo general, los arietes hidráulicos con un enorme reservorio que se usan para sacar las alas del viento), este frenado es tan poderoso que La torre entera se dobla violentamente, tanto hacia atrás como hacia delante porque la carga se sale de las alas y la torre vuelve a su posición vertical y por el torque introducido por el frenado mecánico y eléctrico.