casi todas las cocinas simples usan corriente alterna para hacer funcionar directamente un elemento de calefacción. Los elementos generalmente son solo bobinas de alambre o, en ocasiones, tipos de alambre de resistencia plana. Dado que la cantidad de alimentos que se calienta varía, casi siempre es necesario incorporar un controlador termostático para variar la potencia. En las tostadoras, esto se logra con un temporizador variable simple que le permite ajustar el tiempo durante el cual el pan está expuesto al calor. En las ollas de barro y similares hay un termostato variable que mantiene el contenido cocinado a una temperatura constante. Si utiliza un elemento calefactor con cable expuesto, recuerde mantenerlo bien aislado. Las bobinas son potencia viva y pueden ser letales si entras en contacto con ellas. También recuerde usar un termostato que pueda manejar la carga que le presenta el elemento calefactor. Si no puede encontrar fácilmente un termostato para la corriente necesaria, use un relé para manejar la energía. La cantidad de poder necesaria será influenciada por varios factores. La cantidad de alimentos que se cocinarán, el tamaño del horno, la temperatura final deseada, la rapidez con la que se necesita cocinar y otros factores. Si observa unidades de tamaño similar, puede encontrar una buena aproximación de lo que necesita tomando notas de sus necesidades de energía.