Requisitos mínimos:
Para ejecutar Baldur’s Gate 3 con la configuración más baja, los jugadores necesitarán un procesador Intel Core i5-4690 o AMD FX 4350, 8 GB de RAM y una tarjeta gráfica NVIDIA GTX 780 o AMD Radeon R9 280X. Los jugadores también necesitarán 70 GB de espacio de almacenamiento libre y un sistema operativo de 64 bits con Windows 7, 8.1 o 10.
Requisitos recomendados:
Para una mejor experiencia de juego, los jugadores deben apuntar a los requisitos recomendados. Esto incluye un procesador Intel Core i7-4770K o AMD Ryzen 5 1500X, 16 GB de RAM y una tarjeta gráfica NVIDIA GTX 1060 o AMD RX 580. Los jugadores seguirán necesitando 70 GB de espacio de almacenamiento libre y un sistema operativo de 64 bits con Windows 10.
Requisitos Ultra:
Para aquellos que quieran los mejores gráficos y rendimiento, Larian Studios recomienda un procesador Intel Core i7-9700K o AMD Ryzen 7 2700X, 16GB de RAM y una tarjeta gráfica NVIDIA RTX 2080 o AMD Radeon VII. Los jugadores seguirán necesitando 70 GB de espacio de almacenamiento libre y un sistema operativo de 64 bits con Windows 10.
Es importante tener en cuenta que estos requisitos pueden cambiar a medida que el juego se optimiza y actualiza. Además, los jugadores deben asegurarse de que su PC cumpla con los requisitos recomendados para disfrutar plenamente del juego sin ningún retraso o problemas de rendimiento.
En conclusión, Baldur’s Gate 3 es un juego muy exigente que requiere un PC potente para funcionar sin problemas. Los jugadores deben tener en cuenta los requisitos recomendados para disfrutar plenamente del juego, pero aquellos que quieran los mejores gráficos y rendimiento deben considerar los requisitos ultra. Con el lanzamiento del juego a la vuelta de la esquina, ahora es el momento de actualizar tu PC para sumergirte por completo en el mundo de Faerun.
Sí, Baldur’s Gate 3 es un juego exigente en PC. El juego tiene altos requisitos de sistema y requiere un ordenador potente para funcionar sin problemas. Se recomienda tener al menos un procesador Intel Core i5 o equivalente, 8 GB de RAM y una tarjeta gráfica dedicada con al menos 4 GB de VRAM para jugar al juego con los ajustes óptimos.
Baldur’s Gate 3 consume mucha CPU y GPU. El juego requiere una CPU potente para manejar la complejidad de la IA y la física del juego, así como una GPU potente para manejar los gráficos y efectos visuales del juego.