La evolución de las redes inalámbricas: Breve historia de las WLAN

Las redes de área local inalámbricas (WLAN) se han convertido en una parte esencial de nuestra vida cotidiana. Se trata de una tecnología que permite la comunicación en red inalámbrica entre dispositivos dentro de un área limitada, como un hogar, una oficina o un campus. Con el auge del Internet de las cosas (IoT) y los dispositivos inteligentes, la WLAN se ha convertido en parte integrante de nuestra infraestructura digital. Pero, ¿desde cuándo existe la WLAN y cómo ha evolucionado a lo largo de los años?

La primera versión de WLAN se introdujo en 1997 con la publicación de la norma IEEE 802.11. Se conocía como Wi-Fi y funcionaba a una velocidad de hasta 1.000 Mbps. Se conocía como Wi-Fi y funcionaba a una velocidad máxima de 2 megabits por segundo. Los primeros dispositivos con Wi-Fi eran portátiles y necesitaban tarjetas PCMCIA para conectarse a una red inalámbrica. Fue un gran avance en las redes inalámbricas, ya que los usuarios podían acceder a Internet sin estar atados a un cable físico.

A principios de la década de 2000, la tecnología WLAN evolucionó rápidamente y se lanzó el estándar IEEE 802.11b. Tenía una velocidad máxima de 11 megabits por segundo y era compatible con la versión anterior. Esto significaba que los usuarios podían actualizar sus dispositivos sin tener que sustituir la infraestructura existente. La adopción de WLAN aumentó significativamente y se convirtió en una opción popular para redes domésticas y de pequeñas oficinas.

La siguiente evolución de la tecnología WLAN llegó con el lanzamiento de la norma 802.11g en 2003. Tenía una velocidad máxima de 54 megabits por segundo, cinco veces más rápida que la norma anterior. La adopción de Wi-Fi aumentó aún más y se convirtió en una tecnología omnipresente en lugares públicos como cafeterías, aeropuertos y hoteles.

En los últimos años, la tecnología WLAN ha evolucionado para ofrecer velocidades aún mayores y mejor cobertura. El estándar actual, 802.11ac, se publicó en 2013 y proporciona una velocidad máxima de hasta 6,9 gigabits por segundo. Este estándar ha permitido la adopción de nuevas tecnologías como la realidad virtual, el streaming de vídeo 4K y la computación en la nube.

En conclusión, la tecnología WLAN ha recorrido un largo camino desde su creación en 1997. Ha pasado de ser una tecnología lenta y poco fiable a convertirse en una parte omnipresente y esencial de nuestra infraestructura digital. Con el auge de nuevas tecnologías como IoT y 5G, la WLAN seguirá evolucionando y proporcionando una conectividad más rápida y fiable.